El tratamiento de conductos es un procedimiento dental que se realiza cuando el tejido vivo (pulpa) del diente se inflama o daña. Se realiza para evitar la extracción del diente infectado y asegurar su salud bucal.
Esta afección suele presentarse con síntomas como dolor, sensibilidad, sensibilidad al calor o al frío, o la presencia de un absceso. Sin embargo, con un tratamiento de conductos oportuno, el diente puede salvarse y seguir funcionando durante muchos años.
¿Por qué es necesario el tratamiento de conductos?
El nervio y el tejido sanguíneo del diente pueden inflamarse o dañarse por diversas razones, como:
- Caries profundas.
- Fracturas dentales causadas por traumatismos.
- Empastes previos fallidos.
- Un fuerte impacto en el diente.
- Infección o absceso en el diente.
- Si no se tratan, estas afecciones pueden provocar la propagación de la infección a los tejidos circundantes y, eventualmente, la pérdida del diente. Por lo tanto, el tratamiento de conductos es una solución ideal para salvar el diente en lugar de extraerlo.
¿Cómo se realiza?
El tratamiento de conductos es un procedimiento indoloro que se realiza con anestesia local y suele completarse en una o dos sesiones.
Tiempo total: 20 minutos
Antes del procedimiento:
Examen y radiografía: Se evalúa el estado del diente y se determina la extensión del tejido infectado.
Durante el procedimiento:
Acceso al diente: Se elimina la caries y se accede a la parte interna del diente.
Anestesia local: Se garantiza la ausencia de dolor durante el procedimiento.
Limpieza del conducto: Se extrae el tejido nervioso infectado con herramientas especiales y se desinfectan los conductos.
Conformación del conducto: Se conforma y seca adecuadamente los conductos.
Relleno del conducto: Una vez limpios, los conductos se sellan con un material de relleno especial.
Después del procedimiento:
Relleno superior o corona: Si es necesario, se restaura la parte superior del diente con un relleno o una corona de porcelana.
Coste estimado: 75 Euro
Ventajas
- Previene la extracción dental.
- Preserva la estructura dental natural.
- Mantiene la función masticatoria.
- Mantiene la estética intacta.
- Ofrece resultados duraderos.
- Con revisiones periódicas y una buena higiene bucal, un diente sometido a un tratamiento de conductos puede mantenerse sano y funcional durante muchos años.
Cuidados post-tratamiento de conductos
La recuperación después de un tratamiento de conductos suele ser fluida, pero para garantizar resultados exitosos, se deben seguir las siguientes pautas:
Evite alimentos duros durante las primeras 24 horas
El diente tratado puede aún estar frágil y con riesgo de agrietarse. Consuma alimentos blandos durante este período.
La sensibilidad temporal es normal
Puede experimentar una leve molestia o sensibilidad al calor o al frío. Esto suele desaparecer en unos días.
Mantenga una buena higiene bucal
Cepíllese los dientes dos veces al día y no olvide usar hilo dental regularmente.
Asista a las citas dentales de seguimiento
No se salte las revisiones programadas. Si es necesario, su dentista podría recomendarle una corona para mayor protección.
Informe sobre dolor o inflamación persistentes
Si experimenta dolor, inflamación o presión prolongados, consulte a su dentista de inmediato.
Preguntas frecuentes
¿Es doloroso el tratamiento de conductos?
No. El procedimiento se realiza con anestesia local, por lo que es indoloro. Es normal y temporal sentir una leve molestia después del procedimiento.
¿Cuántas sesiones dura?
En la mayoría de los casos, se completa en una sola sesión. Si hay una infección, podría ser necesaria una segunda visita.
¿Cuánto dura el diente después del tratamiento?
Con el cuidado adecuado, un diente tratado con una endodoncia puede durar 10 años o más.
¿Es necesaria una corona después?
Generalmente es necesaria para las muelas. Un empaste puede ser suficiente para las muelas delanteras.
¿Puede un diente tratado con una endodoncia infectarse de nuevo?
Sí, especialmente si la higiene bucal es deficiente o si el empaste tiene fugas. Las revisiones dentales regulares son esenciales.
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